Llevo siendo vegana desde hace ya más de un año, tras 9 años
de vegetariana, cuando completaba mi dieta con queso como segundo plato. Desde
entonces, no he vuelto a comerlo, y confieso que lo echo de menos. No me
importa, las vacas tienen mucho más que perder que yo, si como queso hecho con
la leche destinada a sus terneritos, pero no les va a hacer daño si encuentro
un alimento que me recuerde al queso, sin serlo.
Probé a hacer un queso vegano de anacardos al principio de
mi veganismo, pero el resultado, aunque bueno, no me convenció del todo. Yo
creo que fue el agar-agar, aún no he conseguido manejarme bien con este
producto. He vuelto a hacer otras dos veces sendos intentos de quesos veganos,
pero no hubo forma. Uno me quedó como un paté (de sabor rico, pero nada que ver
con el queso), y el otro creo que terminó en la basura.
Por mi cumpleaños me regalaron la
sojamatic, y ahora tomamos
la leche de soja hecha en casa. Como consumimos cerca de un litro diario de
leche, eso supone que genero casi a diario una cantidad importante de okara.
La
okara es el residuo sólido que queda de hacer la leche de
soja, y es muy nutritivo. Contiene una buena cantidad de proteínas, fibra y
vitaminas, y es muy versátil.
Con ella se pueden hacer multitud de productos, desde
croquetas, hamburguesas, galletas, pasteles, etc. Pensé que sería un buen
ingrediente para hacer un queso vegano. Y, efectivamente, ha salido un buen
queso vegano. Estoy muy satisfecha con el resultado, tanto en textura como en
sabor. Está riquísimo, y además, funde en caliente, cosa ideal para usarlo en
las pizzas.
Quería un buen queso vegano, y este es un buen queso vegano.
Esta vez si.
Ingredientes:
200 gr. de okara
½ taza de copos de avena
1 cucharadita de sal
2 cucharadas de levadura nutricional
Zumo de ½ limón
½ taza de aceite de girasol
½ taza de agua
2 cucharadas de fécula de patata
2 cucharaditas de carragenato
½ cucharadita de miso
Para untar el
molde:
Una cucharadita de aceite
Pimentón dulce
Procedimiento:
Poner los copos de avena a remojar, con el agua justa para
cubrirla, durante un rato.
Mezclar la okara, la sal, la levadura nutricional, el zumo
de limón, el aceite y la avena remojada. Añadir la fécula de patata y el
carragenato diluidos en la media taza de agua. Batirlo con la batidora y
llevarlo al fuego, a temperatura mediana, durante unos 10 minutos.
Hay que batirlo todo muy bien, de manera que quede una crema
muy fina. Está bastante espesa, hay que remover bien la batidora.
Una vez batido todo, retirar del fuego, y antes de verterlo
en el molde, deshacer el miso en una cucharada de agua y añadir; volver a batir. Probar
y rectificar de sal si es necesario.
Untar un molde con un poco de aceite, extenderlo con un
papel de cocina, y espolvorear el pimentón, de forma que cubra todo el molde.
Echar la masa, y dejar enfriar en la nevera al menos 2 o 3
horas, a poder ser un poco más. Durante toda la noche sería ideal.
Si quieres que el queso adquiera un mejor sabor, déjalo
curar al menos 2 ó 3 días. El
miso hace maravillas en los quesos veganos.